Croacia es esmeralda, azul y verde en toda su inimaginable gama de tonos.
Huele a mar, a la leña de sus asadores y al romero de sus bosques.
Croacia sabe amarga, como un trago de agua de mar, y dulce, como sus mieles.Duele a sus gentes que lloraron la guerra y convivieron con el horror y la destrucción.
Croacia suena al rumor del agua de sus cascadas, al fragor de la batalla, al llanto de la tristeza y al grito de la superación.
Es suave, como el desgastado suelo de sus calles, y áspera y dura como las piedras de las fachadas de sus casas.
Croacia seduce y sorprende, si te abandonas y dejas
Se lo dedico a mis compañeros de viaje, a mis hijos, en especial a David, por haber recibido uno de sus primeros golpes a sus tan solo 18 años y haberlo afrontado con valentía. Por su lucha, su fuerza y su superación.
Y a Raul, por todo su apoyo, siempre silencioso y por su generosidad.
Y a Angel, por estar siempre a mi lado.
A todos, por que en este viaje he descubierto que no somos ya dos mas dos, sino cuatro.
Huele a mar, a la leña de sus asadores y al romero de sus bosques.
Croacia sabe amarga, como un trago de agua de mar, y dulce, como sus mieles.Duele a sus gentes que lloraron la guerra y convivieron con el horror y la destrucción.
Croacia suena al rumor del agua de sus cascadas, al fragor de la batalla, al llanto de la tristeza y al grito de la superación.
Es suave, como el desgastado suelo de sus calles, y áspera y dura como las piedras de las fachadas de sus casas.
Croacia seduce y sorprende, si te abandonas y dejas
Se lo dedico a mis compañeros de viaje, a mis hijos, en especial a David, por haber recibido uno de sus primeros golpes a sus tan solo 18 años y haberlo afrontado con valentía. Por su lucha, su fuerza y su superación.
Y a Raul, por todo su apoyo, siempre silencioso y por su generosidad.
Y a Angel, por estar siempre a mi lado.
A todos, por que en este viaje he descubierto que no somos ya dos mas dos, sino cuatro.
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